Este lunes dedicamos la primera parte del programa a conversar con Jorge Ribalta, fotógrafo, artista, comisario de la exposición que se celebra desde el 6 de abril al 22 de agosto en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía titulada: “Una luz dura, sin compasión. El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939”. La exposición está organizada en salas dispuestas de manera cronológica y por países y conlleva un programa intensivo de presentación de documentales y películas relacionadas con el movimiento de fotografía social.
El origen del movimiento se remonta a la iniciativa de la revista alemana Arbeiter Illustrierte Zeitung, respondiendo al espíritu de la III Internacional Comunista de 1921, para construir una alianza entre fotógrafos y movimiento revolucionario obrero. Los objetivos del llamamiento perseguían la descripción de la miseria de la clase obrera y los campesinos en el capitalismo frente a la épica realidad de los trabajadores en el mundo soviético. La exposición continúa recorriendo la difusión del movimiento a otros países, recoge el cambio de la VII Internacional Comunista de 1935 que abogó por la creación de Frentes Populares contra el ascenso del nazismo y acaba con la actividad de los fotógrafos en la guerra civil española.
Ribalta nos habló de la actualidad inesperada que cobran en el contexto actual de crisis los años veinte y treinta en lo que denomina el “nacimiento de la fotografía moderna”. Fue este un momento fundacional en cuanto a que presenció el nacimiento del documental, del cine sonoro, de la prensa ilustrada, de los medios de masas. Una época fascinante, de fuerte efervescencia y cruce transnacional de ideas y de profunda confrontación ideológica, en el que los fotógrafos amateurs de izquierdas hicieron una revisión de la relación entre arte y política, crearon una estética que bebía del realismo y del tenebrismo y la vincularon a la creación de un nuevo sujeto colectivo y anónimo, los obreros, los campesinos, los pobres, los marginados, las minorías.
Massiel en su emblemático disco producido en el tardo franquismo de homenaje a Bertolt Brecht producido en el tardofranquismo nos canta la rotunda canción de la destrucción de los próceres y de la ciudad por “Jenny la de los piratas”.
La segunda parte del programa nos trajo una crónica de nuestra compañera Patricia Arroyo que consiguió entrevistar en su universidad de Ohio State, a la profesora Freya Schiwi del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de California en Riverside que estaba invitada para dar una conferencia.
Ella es experta en el nuevo cine producido por las comunidades indígenas bolivianas y mexicanas en formato digital. La profesora Schiwy habló sobre los retos que plantean las representaciones audiovisuales de la comunidad política, de los procesos de creación de consenso y de manifestación del disenso en producciones documentales o de ficción hechas por pueblos indígenas. Su libro más conocido es: “Indianizing Film: decolonization, the Andes and the questions of technology» (Rotgers, 2009). Este tipo de producciones comenzaron a finales de los años 80 en varios países de América Latina, impulsadas desde diversas instancias públicas y privadas. En Brasil, tenemos el proyecto de Video nas Aldeias, que aún sigue en marcha gracias a la financiación del ministerio de cultura del gobierno de Brasil, destinados a fomentar la ciudadanía intercultural y la vitalidad de la cultura, entendida como un proceso constante de cambio impulsado por una ciudadanía diversa. En Méjico las primeras producciones de vídeo digital realizadas en el marco de comunidades indígenas fueron impulsadas por el Estado mexicano a través de la organización de talleres de capacitación tecnológica y apoyadas por diversos movimientos sociales, como Ojo de Agua Comunicación y The Chiapas Media Project. En Bolivia, el caso que trabaja Schiwy, se organizó en torno al CEFREC (Centro de Cinematografía, Producción y Educación) fundado en 1989 por Iván Sanjinés. La intención era poner la tecnología audiovisual, y concretamente las nuevas tecnologías digitales al servicio de los procesos socio-culturales y políticos que se estaban dando al interior de las comunidades indígenas del territorio boliviano.
Ilustramos el tema con la irónica canción del cantautor argentino-estadounidense Kevin Johansen + De Nada en la Nevera con su “Cumbia intelectual” que pertenece a su albúm “Vivo en Buenos Aires” (2010) y que nos parece un magnífico retrato de… “los hombres”.
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