Francisco de Goya: Divina Razón. No dejes ninguno (1812-1814)
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Contratiempo tiene muchos frentes de interés, pero si tuviéramos que elegir una palabra para definir nuestra inquietud principal, esta sería “historizar”: historizar el pasado, historizar nuestras herramientas para acercarnos al mismo, nuestros conceptos, historizar nuestra memoria y a nuestros historiadores. Del mismo modo que todo historiador es también un ciudadano (definido por su edad, género, nacionalidad, clase social, experiencia personal, generacional y colectiva), todo ciudadano es un historiador, pues utiliza de diversas maneras el conocimiento histórico: para construir una identidad, para sostener una visión de la sociedad y el mundo, para funcionar como miembro de un colectivo, para orientarse en su presente e imaginar su futuro.
Hay una segunda noción clave que ancla la acción de Contratiempo: Memoria. Entre la historia practicada por los profesionales académicos y la memoria que identifica a los ciudadanos surgen una serie de puentes o conexiones que necesitan ser explorados.
Junto a estas dos referencias esenciales, la actividad de Contratiempo se reparte por una serie de ejes temáticos, cada uno con una problemática específica, que tienen en su centro el ciudadano-historiador y el historiador-ciudadano. Os presentamos aquí un esquema a mano (a la espera de que un generoso colaborador nos haga una presentación maravillosa de animación. Se aceptan sugerencias) y numeración de los cuatro más importantes. De cada uno de ellos podéis encontrar textos en esta sección que los aclaran, los expanden y ofrecen para la discusión:
1. Política. Esta línea temática tiene el objetivo de revisar el modo en que se produce la gobernanza del pasado. En ella se articulan los nódulos de la memoria (identidad) y la historia oficial (instituciones académicas y políticas). En este epígrafe escribimos o proponemos textos que buscan historizar las instituciones y la academia, o mundo universitario y claman por un nuevo código deontológico inclusivo de las memorias colectivas plurales y de los relatos históricos expertos.
2. Disciplinas. Bajo este título se explora la posibilidad de construir un nuevo paradigma de conocimiento que resulte en un efectivo diálogo interdisciplinar. Este tema se encuentra entre los nodos de la historia como disciplina y el conocimiento y para recorrer este camino proponemos una historización tanto de las ciencias sociales, como de la historia y las humanidades.
3. Culturas. Entre la memoria y la identidad se define el objetivo principal de este frente de la cultura que es fomentar el diálogo intercultural. Las dos operaciones que propone Contratiempo son historizar tanto los sujetos como los recuerdos, una objetivización que los acerca a las aspiraciones teóricas de la relación del historiador con su objeto de estudio.
4. Géneros. En el cruce de caminos entre la memoria y el conocimiento planteamos la necesidad del diálogo entre distintos géneros de conocimiento histórico, desde la poesía a la televisión, desde la novela a la escritura académica. El gran reto es avanzar hacia la historización tanto de los prejuicios socio-culturales como de las grandes narrativas.